La figura presenta al Niño Jesús de pie sobre una nube, con los brazos extendidos hacia los lados en una pose de apertura y bendición.
El Niño lleva una túnica blanca simple con detalles dorados, como un borde alrededor del cuello. La cabeza está adornada con una aureola dorada, simbolizando su santidad. Su expresión facial es dulce y serena, reflejando inocencia y paz. El detalle fino de la escultura captura una sensación de ternura y devoción, típica de las representaciones del Niño Jesús en el arte religioso.
La marmolina, un material compuesto de mármol pulverizado y resina, le da un acabado suave y resistente, manteniendo la belleza clásica y atemporal de las esculturas religiosas tradicionales italianas.
Medida aprox. 10 cm